Documentar para dignificar. El trabajo del hogar desde las artes visuales

Por años las tareas del hogar han estado supeditadas a la vida diaria de millones de mujeres, un rol de género construido mediante sistemas sociales en donde, la educación recibida en el núcleo familiar desde temprana edad capacita a las niñas a realizar trabajos de limpieza, siendo una actividad sin reconocimiento social, económico y laboral. Durante la década de los setenta el movimiento feminista hizo evidente una serie de problemáticas sociales, culturales, políticas y económicas a las que se enfrentaban las mujeres. Estos hechos propiciaron que distintas colectivas artísticas abordaran y documentaran el tema del trabajo no remunerado o mal pagado al que se enfrentaban las mujeres en aquella época.

Entre 1978 y 1981 la fotógrafa mexicana Ana Victoria Jiménez (1942) llevó a cabo un trabajo de documentación fotográfico titulado El cuaderno de tareas, el cual reúne una serie de imágenes de manos de mujeres que se encuentran realizando diversas actividades relacionadas con el trabajo del hogar. La serie pronto se transformó en un manifiesto de la lucha feminista en donde se evidencia que, el trabajo de limpieza y cuidado siempre se ha mantenido invisibilizado, convirtiéndolo en una “obligación” de todas las mujeres.

Las fotografías capturan esas actividades diarias llevadas a cabo por un par de manos atadas a un instrumento de limpieza o cuidado, a los utensilios de cocina, a la ropa, a la vida de una mujer que, desde muy pequeña, aprendió el trabajo del hogar; una labor casi ritual en donde las manos ocupadas están destinadas al servicio de los demás trayendo al debate el argumento lo personal es político, en donde la “vida privada” o “del hogar” de las mujeres no son momentos aislados sino que se trata de un fenómeno del sistema patriarcal.

Una parte del montaje de El cuaderno de tareas de Ana Victoria Jiménez en la exposición Radical Women: Latin American Art en el Hammer Museum, 2017.

Mucho antes de los movimientos feministas en América Latina a mediados del siglo XX, la fotógrafa alemana-argentina Grete Stern (1904-1955) transgredió en los discursos del modelo femenino y la idealización de la vida y el cuidado de la mujer. La revista argentina Idilio (1948-1951) fue un producto de época para las “amas de casa”, la cual tenía como objetivo difundir aquellos “intereses” en torno a la moda y la belleza, las tecnologías electrodomésticas y las consultas personales acerca de las relaciones personales y problemáticas del hogar.

“El psicoanálisis le ayudará”, una de las secciones de la revista en donde las mujeres enviaban una serie de cartas donde narraban sus sueños y solicitaban la interpretación de estos. Las respuestas a las lectoras idealizaban ciertos actos y conductas por las que pasaban aquellas mujeres atormentadas en sus sueños; pero Greta Stern a través de sus fotomontajes no concilian dichas romanizaciones sino todo lo contrario.

Los sueños de evación, Greta Stern en Idilio Núm. 84, 27 de junio de 1950.

Es posible ver en Los sueños de la evasión, la crítica hacia los roles de género que se manifiesta en aquella revista femenina. El fotomontaje muestra a una mujer intentando de escapar de un balde con agua y jabón escalando un lavadero metálico para “evitar” caer en aquellas burbujas que conllevan la “responsabilidad” del cuidado del hogar. O en Los sueños de ideales frustrados, la protagonista del fotomontaje muestra un rostro sorprendido al tener en su mano una escoba en lugar de arco para tocar un violín, siendo ejemplo del trabajo del hogar no remunerado donde predomina la relación familiar-personal.

Los sueños de ideales frustados, Greta Stern en Idilio Núm. 76, 2 de mayo de 1950.

En Transeúnte queremos rescatar un acontecimiento histórico para el Infonavit, pues desde el pasado 1 de enero las trabajadoras del hogar y las personas trabajadoras independientes podrán obtener su crédito, uniendo esfuerzos con el Instituto Mexicano de Seguridad Social para que, mediante facilidades y procedimientos simplificados puedan inscribirse al sistema y contar con condiciones preferentes.

El trabajo del hogar es realizado por un sector vulnerable que se encuentra dentro de la población flotante que se traslada desde las periferias hasta su centro de trabajo. Además de no contar con la regulación de sus derechos laborales tales como: jornada de 8 horas, salario digno, vacaciones, aguinaldo, seguridad social, acceso a la vivienda entre otros. Con las reformas a las leyes del Trabajo del IMSS y del Infonavit, se tiene como objetivo transformar y asegurar un sistema integral para garantizar dichos derechos.