Nuestro país cuenta con una gran riqueza en sus ecosistemas: bosques, playas, selvas, desiertos, planicies y cordilleras, debido a su ubicación geográfica privilegiada. Sin embargo, esta diversidad en el territorio mexicano también lo vuelve propenso a padecer diversos fenómenos naturales que, en ocasiones, dan lugar a situaciones de amenaza para la población, la infraestructura o la economía de determinada región, debido a la intensidad con la que se presentan y a la vulnerabilidad de sus habitantes.
La madrugada del pasado 25 de octubre, el estado de Guerrero, y particularmente la región de la costa grande, sufrió uno de los desastres naturales con mayor impacto de que se tenga registro en la zona. El huracán Otis, alcanzó la categoría 5 (la más alta en la escala Saffir-Simpson) dejando severas afectaciones para la población.
De acuerdo con el informe preliminar, Otis ha dejado 46 personas fallecidas y 56 desaparecidas; además de graves afectaciones en Acapulco y en los municipios aledaños que enfrentan la escasez de agua, alimentos y servicios. El gobierno federal ha declarado zona de desastre en 47 municipios de la entidad.
Aunado a esta tragedia, se estima que 273 mil viviendas sufrieron daños, debido a los vientos de más de 260 kilómetros por hora que arrancaron techos y derrumbaron paredes. La mayoría de estas casas son de autocontrucción, y su devastación implicó la pérdida del patrimonio y el hábitat de miles de familias, poniendo en riesgo el derecho humano a la vivienda de casi un millón de personas.
Ante catástrofes como esta, los riesgos y la vulnerabilidad a los que estamos expuestos se relacionan con la falta de planificación de las ciudades, la falta de gestión del desarrollo y gestión ambiental, así como la pobreza, que obliga a las personas a vivir en condiciones de marginación y exclusión en áreas expuestas.
Durante 2022, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) registró que el 60% de la población en Guerrero, se encuentra en situación de pobreza. Los efectos de Otis podrían agravar la carencia social, sobre todo por la reducción de ingresos en la región.
Para dar inicio a la recuperación del hábitat y la economía de la población, el gobierno federal anunció un programa integral con 20 acciones para brindar apoyo a las más de 250 mil familias damnificadas. Las específicas para la reconstrucción de las viviendas son:
- Prórroga por seis meses en el pago del Infonavit, Fovissste y Seguro Social.
- Se repartirán en los hogares 8 mil pesos para limpieza y pintura. Las viviendas que hayan sufrido daños severos tendrán un apoyo de entre 35 mil pesos y 60 mil pesos, con apego al censo que se está realizando.
- Las familias damnificadas recibirán un paquete de enseres domésticos, que consiste en una cama, estufa, refrigerador, ventilador y una vajilla.
- En las colonias de más de mil viviendas, se establecerá un cuartel de la Guardia Nacional, para garantizar la paz y evitar el robo en viviendas y negocios.
Estamos ante el inicio de la reconstrucción y la participación de todes es fundamental. Te invitamos a acudir a los diversos centros de acopio, para apoyar con agua embotellada, comida enlatada o artículos de higiene. Recuerda, Guerrero nos necesita.
#GuerreroNosNecesita
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