En su libro La casa que canta, la fotógrafa Mariana Yampolsky (Chicago, 1925-Ciudad de México, 2002), nos adentra en la belleza y la singularidad de la vivienda rural, mediante un registro llevado a cabo durante las más de cuatro décadas en las que recorrió el territorio nacional.
Viajera incansable, Mariana documentó la vida cotidiana de los pueblos originarios. Desde su arquitectura y estética, nos convoca a una reflexión sobre la importancia de los métodos de construcción de vivienda con los materiales que brinda la naturaleza y que fueron registrados por su lente: muros de adobe, tejas de barro, techos de palma, pisos de tepetate, entre otros.
Mariana Yampolsky nació en Chicago, Estadospr Unidos, donde estudió Ciencias Sociales en la Universidad de Chicago. Interesada por los movimientos sociales, viajó a México a los 19 años, para integrarse al Taller de Gráfica Popular (TGP), donde fue la primera mujer en formar parte del grupo de pintores y grabadores, entre los que se encontraban Pablo O´Higgins y Leopoldo Méndez. Esta experiencia y el compromiso social del TGP, marcarían su producción visual.
Ingresó a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” para estudiar pintura y, más adelante, a la Academia de San Carlos, donde aprendería la técnica de la fotografía con Dolores Álvarez Bravo.
Sus temas favoritos fueron la Revolución Mexicana, los pueblos ancestrales, el campo, los rostros indígenas, el movimiento obrero y la arquitectura vernácula. Fotografías suyas forman parte de colecciones internacionales. Su legado consta de cerca de 80 mil negativos e impresiones, archivo que en 2021 fue declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio Documental de México.
En La casa que canta –editado por la Secretaría de Educación Pública en 1982–, Mariana Yampolsky describe, mediante sus fotografías y textos, los proyectos llevados a cabo en las comunidades que recorrió, donde el tequio es una expresión de colectividad y pieza importante en la construcción de caminos, puentes, capillas, escuelas o bardas, por lo que constituye testimonio sobre la historia de la arquitectura, la antropología, la vivienda, la fotografía y el arte en México.
Mariana Yampolsky falleció en 2002. Su legado fotográfico es testimonio del México que eligió vivir.
“La casa que canta es un recuento de la arquitectura del pueblo mexicano. Su dignidad y su poesía están a la vista”: Mariana Yampolsky
Te invitamos a adentrarte a La casa que canta, libro que puedes consultar en la Biblioteca del Infonavit, ubicada en el edificio sede del Instituto, en Barranca del Muerto, número 280, colonia Guadalupe Inn, en la alcaldía Álvaro Obregón. Asimismo, te recordamos que actualmente el Museo Nacional de la Vivienda (Munavi) presenta la exposición “Materia e Identidad. Laboratorio de arquitectura afectiva” donde podrás tener un acercamiento con los materiales más utilizados en la autoconstrucción de vivienda en nuestro país, así como reflexionar acerca de la importancia de habitar y construir espacios a partir del reconocimiento y revaloración de la materia local y sustentable.
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